viernes, 27 de enero de 2012

Hola señorito.

Estoy estudiando matemáticas o por lo menos lo estaba haciendo hasta que me di cuenta de que solo estaba viendo números sin ningún sentido por doquier. Te preguntarás que hago hablándote de matemáticas, pudiendo escribirte una carta de amor, expresando lo guapo que eres, de las ganas que tengo de ti o de una infinidad de cosas... Ahí quiero llegar, al infinito. Esta materia me está enseñando que significa el no tener fin, exactamente no sabríamos con precisión hasta donde podría llegar. Un símbolo excesivoinmensoindefinido... Igualitario a un sentimiento que tengo dentro de mí.

Besos con amor de una chica aplicada a las matemáticas.

jueves, 19 de enero de 2012

Solo si quieres.


Si quieres subimos a casa, salvamos el mundo, y nos decimos lo importante sin hablar. Si quieres, cortamos la calle y en sólo un segundo le arranco el pasado al sofá. Si quieres, pasamos el día rodando en la alfombra. Y aquí, cuando se hace de noche y me falta tu cuerpo. Viene sin permiso protestando el invierno. Y mis dedos, preguntan: ¿dónde te has metido? Y el parque echa a temblar, cuando empiezo a pensar en las dudas, que siempre has tenido…

domingo, 15 de enero de 2012

Buenos días mundo.


Hace tiempo que no me levantaba de un salto de la cama con una sonrisa de oreja a oreja. Veo la vida de otra forma, como más importante. Tengo ganas de vivir. De disfrutar. De no parar a pensar en lo que está bien o mal. Pero sobre todo de estar contigo. De pasar mis horas besándote y diciéndote lo mucho que te quiero. De no separarme de ti. De no echarte de menos. De saber lo que quiero. Que si algo sale mal, comenzaré de nuevo, como un nuevo día, como una página en blanco. Pero por ahora, no quiero que nada cambie. 

domingo, 8 de enero de 2012

Esta noche el mundo parece distinto.

Quédate a mi lado en esta fría madrugada, quédate hasta que la luz del alba muestre mi corazón. Quédate, hazme tuya y no vuelvas a marcharte. Te he echado de menos. No te alejes otra vez, por favor… La verdad, sigues tan hermoso como siempre o supongo que es porque yo hago que mis ojos te vean radiante. Estás aquí, cerca, dormidito. Ojalá pudiera adentrarme en tu cabeza, para saber lo que sueñas.

Ahora que estás aquí, tengo que decirte algo importante: te quiero.

miércoles, 4 de enero de 2012

El baile de medianoche.

Era medianoche, y nadie me invitaba a bailar. Mi príncipe azul no llegaba. ¿Dónde estás? Yo sigo esperándote, estoy guapísima. O al menos mamá dice que lo estoy. Aunque claro, ella no puede mentirme… Ahora ya no se qué creer. De todas formas, te estoy echando de menos. La música sin nadie que te acompañe es triste. Además pronto será la hora de marcharme y tú sigues sin aparecer. ¿Qué debo de hacer? Si me quedo, seré el hazme reír de todo el mundo. Lo siento, pero no quiero que nadie me vea llorar. Te dejo una nota encima de esta silla. Espero que la encuentres, solo tú sabrás nuestro secreto.


Cenicienta dejaba su zapatito de cristal para que aquel príncipe del que se había enamorado, la encontrase por toda la ciudad. Yo le dejaba aquel trocito de papel… Sí, yo también estaba enamorada.