jueves, 22 de marzo de 2012

El olor de un recuerdo.

El día que no estés dejaré de ir a ese lugar que nos hace especial, ese sitio que es solo nuestro. Tal vez solo sea una simple esquina donde cada día depositamos un poquito de nuestro tiempo para impregnarla de recuerdos. No siempre tienen que ser buenos. Unos días hace sol y otros días son grises… Pero, echaré de menos cuando lleguen los días en los que ese banco, siempre será un simple banco, donde hubo un tiempo que dos personas se amaron con locura, donde los besos eran dulces y las miradas brillaban. Hay quedará magia, quedará un encanto que nadie sabrá valorar. Y nunca se esfumará, pues cuando pasemos por allí, a lo lejos se escucharan las risas, la felicidad que eso nos producía y añoraremos lo que un día tuvimos y sin saber porque perdimos a lo largo de los días, sin poder hacer nada para parar el tiempo o retroceder. Y echaré de menos los besos y todo lo que conlleva eso…

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